Desde que el mundo es mundo… desde que el cuerpo comienza a sentir el ritmo del latir del corazón, la Vida nos invita a Danzar!
En el Olimpo la danza y otras artes han estado presentes con las Diosas y Dioses Hathor, Isis, Xochipilli, Dionisio…. velando por ella.
En todas las culturas y pueblos la danza se manifiesta y expresa en el suceder de la vida cotidiana, en la expresión de aquellos hechos que trascienden la vida, el ser humano Danza.
En México prehispánico los Voladores de Papantla, danzan en el aire! Retando y aprovechando la fuerza de la gravedad. Cuentan las tradicciones, que el pueblo Totonaca en tiempos de sequía danzaron al Dios de la fertilidad para que les enviara la lluvia y desde entonces hasta hoy siguen danzando.
La danza del venado de los pueblos indígenas yaquis y Mayos en Sinaloa y Sonora, en México, danzan con ritmos de sabor a tierra, agua y aire, en homenaje y admiración a este animal sagrado en su cultura.
En África, miles de pueblos y tribus danzan con los pies descalzos, en la conmemoración de los eventos transcendentales para sus vidas.
Hoy en el Siglo XXI… aquí en nuestras plazas… el ritmo sigue en nuestros cuerpos, no está dormido!! seguimos con el gusto de movernos. Nos encontramos danzando en las plazas, en las calles, buscando transformar aquello que necesitamos!! Sumándonos y promoviendo sociedades más justas, solidarias y equitativas.
Seguimos Danzando la vida, ya que como decía Confuccio, allá por el Siglo VI: «Muéstrenme cómo baila un pueblo y les diré si su civilización está enferma o sana». Entonces… tenemos mucho que bailar!!!
Feliz día danzado, vivido!!
Rubi Alonso