Muy a menudo las mujeres y hombres del siglo XXI tenemos una vida llena de ocupaciones y acciones; nos toma las prisas y el estrés, esa “enfermedad” tan común de nuestro tiempo. Hombres y mujeres sufrimos sus achaques de una forma diferente, en tanto que nos atraviesa el rol de género.
Este taller “Cuerpo, Placer y Cuidados” fue dirigido específicamente a mujeres, para justamente sensibilizarnos con el cuidado, el placer y la escucha del cuerpo. Tuvo lugar el 14 y 15 de septiembre 2019 en la organización La Tetera, espai per le dones en Valencia, que tienen entre sus objetivos «la deconstrucción de las identidades impuestas y la decocción del género».
El estrés que vivimos las mujeres en la vida cotidiana tiene mucho que ver con nuestras múltiples tareas cotidianas en relación con el trabajo profesional, el activismo, el cuidado de los asuntos domésticos, el cuidado de otras personas, maternar, etc.
Todo ello nos lleva muy a menudo a una falta de espacio y tiempo para sí, para el autocuidado, la escucha de nuestras necesidades, para el disfrute y el placer. Terminando agotadas y con una sensación de nunca es suficiente. Tan ocupadas estamos en hacer para poder Ser, y a veces tan poco conscientes de que en esencia ya Somos todo.
Parar, escuchar nuestro cuerpo, movilizar nuestra energía nos permite estar en reconexión con nuestro sentir más profundo, con la verdad de aquello que necesitamos y nos hace bien. La escucha del cuerpo nos permite conocernos, confiar en nuestras cualidades y afianzar nuestro poder interno. Reconectarnos con el placer nos contagia de la alegría de vivir, de compartir y fortalecernos individual y grupal mente. En suma empoderarnos.
Este taller nos invita a caminar por esos caminos en los que podemos explorar la riqueza de escuchar la verdad del cuerpo, con mimo, con amor a sí, a través de la danza consciente, la voz, la expresión, el juego, la creación, la respiración y el silencio.
Experimentar el placer de cuidarnos y cuidar, darnos aquello que necesitamos con los sentidos bien despiertos, desde el ojo, el contacto, el sabor el olor, el sonido, el movimiento.
Cuidar la relación con nuestro amante interno para entonces sólo entonces poder compartirnos en la confianza absoluta de Ser lo que somos, nutriéndonos, creciendo, gozando. ¡¡Danzar la propia vida y compartir nuestra danza si así nos place!!
Imagino la calidez del sol la calma de la luna y las estrellas la fuerza de la tierra la caricia del silencio de tus manos a mis manos. Sueño un mundo de cuidados. Cuidándome. Cuidándonos. Cuidando. (Tanit Tänzer)